domingo, 24 de enero de 2016

Coplas del domingo. Un mendigo. Madrid, 1916

Cien años atrás en Madrid se intentaba erradicar de las calles a mendigos y golfos. Para el alcalde de entonces significaba una de sus mayores preocupaciones; por eso, juntamente con el gobernador civil, se habían creado nuevos asilos y se instauraban Juntas de barrio para atender las necesidades de los pobres.
El día 21 de enero de 1916 se reunían en el Ayuntamiento el alcalde con el gobernador civil, el delegado del Gobierno, algunos concejales, los presidentes de las Casas de Socorro y los treinta curas párrocos de Madrid. También asistían muchas duquesas, marquesas y condesas.

Fotografía de Salazar
MUNDO GRÁFICO, 1916
© BNE-HD
Archivo HUM
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-003 COPLAS AC
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325

Como el tema era de candente actualidad, Antonio Casero dedica a este problema social su copla dominguera del Heraldo de Madrid. Lo hace con sarcasmo, poniendo en tela de juicio si la mendicidad no era un negocio. Quizá lo que critica entre líneas es el negocio a costa de la mendicidad.


Coplas del domingo, por Antonio Casero

UN MENDIGO
Se está poniendo la cosa
pero que la mar de seria,
pos no quieren que sigamos
pidiendo de puerta en puerta,
y tratan de recogernos
en asilos; considera
que de seguir de ese modo
habrá que dir a la huelga.
¿Dicen c'hay hambre? Que l’haiga ,
y se queje el que la tenga;
pero que dejen vivir
al pobre que se maneja
pidiendo, y se busca cuatro,
u cinco, u lo que se tercia;
en afán de protegernos;
pos que vayan y protejan
a esos pobre que nu saben
pedir y les da vergüenza
dar la cara; sí que quieren
meterse en vidas ajenas
los amigomios del arpa;
pos por lo c'amí respeta,
a mí no m’arrugan esos
las diez u doce pesetas
que me gano diariamente
pidiendo de puerta en puerta;
además, hay que tener
la tradición mu en cuenta,
porque no en balde mi agüelo
fué un mendigo de bandera
que dejó cuatro chavolas
en el puente de Vallecas;
un manco que no era manco,
y que sacaba las perras
con imán; luego, mi padre,
el pobre, siguió las huellas
del agüelo, y m'ha dejao
también su miaja d'herencia;
se ponía en un carrito
en la calle de las Velas,
y aunque parecía que le
faltaban las dos piernas,
jugaba la mar de veces
al «fotobol» con su suegra,
la madre de mi madrastra,
que la pobre fué una fiera.
Pos dime tú si con este
historial hay quién s'avenga
a renunciar a la industria
de mendigo, que es la cepa
de la familia; ni en broma
que dispense su excelencia;
pero a mí no me recogen
en un asilo, ¡por estas!,
que yo con mi capa parda,
mi palo y mis gatas negras,
y la voz que yo me traigo
c'hace ablandar a las piedras,
soy digno nieto d'aquel
ilustre mendigo, y deja
que me dé tono, Crisanto,
pero soy una lumbrera.
Ahora, que también te digo
que viene la cosa negra;
pero me pilla formao,
ya pue venir lo que venga;
yo, con mis cuatro chavales,
mi papelito de renta,
y algún dinero que tengo
por ahí prestao al sesenta,
excuso decirte, chico,
que el hambre no m'hace mella,
y ya pue venir el caos,
porque un servidor l'espera;
pero lo cierto y lo triste
es que el negocio se quiebra,
y que vamos a la ruina,
y que vamos a la huelga,
porque aquí to el mundo pide,
y eso es lo que más molesta;
que te quiten el derecho
a que pidas con decencia
una limosna, por Dios,
pa que prestes al sesenta
y asegures la vejez,
que es lo que más interesa.

ANTONIO CASERO


© 2016 Eduardo Valero García (GARCIVAL) - HUM 016-004 ILUST
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-003 COPLAS AC
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325


Bibliografía
Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor. 

En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2016) "Coplas del domingo. Un mendigo", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/  ISSN 2444-1325

Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación. 
En todas las citas se ha conservado la ortografía original.

© 2016 Eduardo Valero García - HUM 016-003 COPLAS AC
ISSN 2444-1325

1 comentario:

  1. Luis Manteiga Pousa12 de febrero de 2023, 19:06

    Algunos mendigos lo son voluntariamente, algunos incluso puede que sean felices, pero la gran mayoría lo son porque han caído en el desastre. somos muy frágiles, si la vida se tuerce podemos pender de un hilo.

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